Aun siendo una enfermedad crónica que afecta al 70% de las personas mayores de 60 años, con anterioridad a esa edad ya empieza a dar muestras antes de esa edad en la mitad de ellas. El 80% tienen limitaciones de movimientos e incluso un 25% para realizar las actividades normales del día a día. De hecho es la 4ª causa de incapacidad entre las mujeres y la 8ª entre los hombres.

Para ello se disponen de diversas alternativas que incluyen los tratamientos físicos, los medicamentos y a veces la cirugía.

LA ARTROSIS ES UNA ENFERMEDAD QUE LESIONA EL CARTÍLAGO ARTICULAR Y ORIGINA DOLOR, RIGIDEZ E INCAPACIDAD FUNCIONAL.

Desde hace año y medio disponemos de una nueva propuesta terapéutica basada en la utilización del PLASMA RICO EN FACTORES DE CRECIMIENTO (PRGF) QUE PODIA INTERRUMPIR O AL MENOS RETRASAR SU AVANCE.

El 78% de los pacientes que reciben este tratamiento experimentan una significativa disminución de dolor y una llamativa recuperación de la capacidad de movimiento.

La técnica es extraer unos 10 c.c. de sangre del paciente, sin agentes externos de ningún tipo, de la cual extrae el plasma rico en factores de crecimiento, y en 20 minutos todo ya preparada se inyecta en el paciente, EL SUJETO ES LA VEZ DONANTE Y RECEPTOR, LUEGO CARECE DE REACCIÓN ALÉRGICA ALGUNA.

EL resultado es un tratamiento bioseguro y 100 % autólogo, sin reacciones adversas.

El protocolo de la técnica generalmente es de 3 infiltraciones con intervalos de 7 a 10 días entre cada una de ellas, no debiendo interrumpirse bajo ningún concepto.

ARTROSIS: Dada su importancia, volvemos sobre ella.
Las causas concretas de la artrosis no se conocen. Es un síndrome en el que diversos factores, actuando de forma aislada o combinada, son favorecedores de la enfermedad  conocida como artrosis secundaria; en el resto de casos, o sea, la mayoría, la denominamos artrosis primaria.

Los objetivos del tratamiento son adaptar al paciente sobre su enfermedad, aliviar el dolor, mejorar la movilidad, retardar la evolución del proceso y minimizar la posibilidad de efectos adversos.

Los factores considerados de riesgo para que se desarrolle la artrosis son múltiples: edad (afecta al 85% de la población de la mal llamada” tercera edad “), sexo (por encima de los 55 años predomina en mujeres), genética (en la artrosis generalizada existe un patrón hereditario), actividad física (tanto si es nula como intensa), actividad laboral (existe una clara relación entre algunos trabajos y determinadas localizaciones artrósicas), sobrecarga mecánica (incluidos los “pequeños” traumatismo repetidos), obesidad, menopausia (algunos estudios relacionan el aumento de la prevalencía de artrosis en la postmenopausia con la disminución de estrógenos), densidad mineral ósea (hay estudios que muestran la relación de la artrosis con la densidad mineral ósea elevada), factores nutricionales (existen controversias en cuanto al papel protector de diversos antioxidantes como las vitaminas C y vit. D).

En su evolución, la artrosis compromete no solo al cartílago y al tejido sinovial (sinovitis crónica, incluso episodios agudos como en la rodilla); sino también a todas las estructuras de la articulación, incluidos el hueso subcondral, la cápsula articular y los tejidos blandos peri-articulares.

La artrosis afecta habitualmente, siendo las localizaciones más frecuentes las rodillas, caderas, la columna, las articulaciones interfalangicas distales y las articulaciones trapecio-metacarpiana (rizartrosis-muñeca- y metatarso-falángica del primer dedo).

Aunque la expresión clínica es muy variable, las principales manifestaciones son:
– Dolor de tipo mecánico (mejora con el movimiento y empeora con el reposo).
– Rigidez, limitación de la movilidad, impotencia funcional y deformidades articulares.
– En las fases avanzadas, suele haber atrofia muscular.

Nosotros, con la Medicina Regenerativa con Factores de Crecimiento, pretendemos confirmar que su aplicación intraarticular en pacientes con osteoartritis de rodilla o artrosis focalizada mejora la capacidad funcional en comparación con los tratamientos convencionales, por lo tanto mejora su calidad de vida.

No tiene ningún factor de riesgo, no necesita pruebas alérgicas, ya que es 100% autólogo, o sea, del propio paciente.